Nacimiento folclórico, volumen 3

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23 December 2018

De las tradiciones salvadoreñas en la temporada navideña, la de los nacimientos folclóricos de barro es, por mucho, una de las que más disfruto. Me refiero a la costumbre de agregarle a los nacimientos, además de las figuras tradicionales de la Natividad como la Sagrada Familia, los animales del establo, los pastores y Reyes Magos, figuritas de barro representativas de una serie de personajes que solo tienen sentido en el contexto salvadoreño.

En años anteriores he dedicado un par de columnas a imaginar nacimientos folclóricos hipotéticos incluyentes de las figuritas de quienes por su relevancia (para bien o para mal) en los aconteceres nacionales y públicos de esos años se hubieran ganado un puesto en el nacimiento. En mis nacimientos folclóricos hipotéticos de años anteriores han aparecido la familia Díaz, la Selecta Playera, el semáforo presidencial de Mauricio Funes, los “saquitos” de Taiwán, la caravana presidencial y el fiscal recargado, entre otros. Me pareció idóneo para cerrar la temporada navideña (y casi, la campaña presidencial) actualizar mis sugerencias de figuras para el nacimiento folclórico a la versión 2018.

En el nacimiento de este año, como en el de los años anteriores, los pasos a desnivel abarrotados de carros que van bumper tras bumper al mejor estilo de las caricaturas de Ruz, hacen otra vez su aparición porque todavía no hemos logrado en nuestro país resolver el problema de la circulación con alternativas viables de transporte colectivo.

Este año en el nacimiento, la trabazón es también debida a la confusión de muchos conductores tratando de ir a saludar al Niño Dios, recibiendo direcciones erróneas provenientes de noticias falsas en internet. Es que resulta que uno de los candidatos a la presidencia le tuvo envidia al Mesías y pretende ponerle la competencia al portal, pero en vez de estrella tiene una golondrina. No serán pastorcitos quienes lo lleguen a visitar, sino troles. Los demás candidatos aparecen también: la figurita de Hugo Martínez tratando de tapar cualquier rastro del logo de Alba, para ver si logra hacer que el electorado se olvide del compadrazgo capitalista que los gobiernos de su partido llegaron a hacer del servicio público, imitando más que reformando todas las prácticas que le criticaban a ARENA. La figurita de Calleja anda tocando puertas todavía, tratando con todas sus fuerzas de tener, quizás, la presencia territorial que en el país tiene su supermercado.

Imposible no incluir en el nacimiento folclórico de este año a los magistrados de la Sala de lo Constitucional. Los salientes y los entrantes. Y es que es un milagro navideño el que podamos hablar a estas alturas de magistrados entrantes, por lo que se tardó la Asamblea Legislativa en escogerlos. Hablando de la Asamblea, no se ven muchos diputados en el nacimiento folclórico. Sobre todo, porque muchos desistieron la invitación de visitar al Niño Dios cuando vieron que la ida a Belén no incluía ni viáticos ni gastos de representación.

Narrando los sucesos del momento, con micrófono en una mano y teléfono para grabar historias de Instagram en la otra, las voces salvadoreñas más destacadas: Fernando Palomo diciéndole a los pastores que se pongan las pilas, mientras Pencho y Aída intentan convencer a los Reyes Magos de que les patrocinen oro, incienso y mirra para rifar entre sus radioescuchas.

Este año, no puedo dejar de incluir en el nacimiento folclórico a todos los salvadoreños que, pidiendo que 2019 traiga bendiciones para El Salvador, seguiremos optimistas a la estrella de Belén para dejar toda nuestra esperanza a los pies del portal. A todos mis lectores, ¡feliz Navidad!

Lic. en Derecho de ESEN con

maestría en Políticas Públicas

de Georgetown University.

@crislopezg