Un café para Navidad

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22 December 2018

En El Salvador la industria del café fue, hasta antes de la guerra civil, uno de los sectores económicos más florecientes e innovadores de nuestro país. Nuestro país producía un café único y de excelente calidad hacia mercados internacionales. Lo compraban las empresas globales más reconocidas y dedicadas a la manufactura y tostado de mezclas de café de calidad Premium. Deseo que esta industria se revitalice y pueda seguir creciendo.

Por esta vez dejaré el análisis de datos al cual estoy tan acostumbrada. Aprovecharé la ocasión de la Navidad para desearles mis mejores deseos y compartirles un café navideño para todos y cada uno de los salvadoreños que estamos acá y aquellos que se tuvieron que ir y viven en el extranjero.

Para un salvadoreño, la taza de café es más que la bebida tradicional de nuestro país. Tanto los pobres como los más holgados estamos acostumbrados a ese ritual tan maravilloso de tomarnos un café cotidianamente. El café es más que una tradición, es una manera de vivir. Irrelevante es en este artículo comentar sobre la calidad del café que tomamos, por supuesto hay quienes pueden pagarse un café gourmet de la mejor cepa, y también los que solo pagan 25 centavos por un vasito. En esta Navidad, es época de ver al café con otros ojos y designios. Para el salvadoreño el café es la rutinaria ocasión para levantarnos el ánimo, para sacudirnos la tristeza, para inyectarnos de energía, para desbloquear la apatía y para renovar nuestro espíritu. A veces el café es la ocasión para socializar con la familia, o para platicar con amigos y colegas del trabajo. Muchas veces, compartir un café es para terminar la comida. Cada vez que visitamos a empresas o tenemos reuniones laborales con clientes, socios o proveedores, “¿Desea usted una taza de café? ¿Con azúcar? ¿Cuántas cucharaditas?”... El café es un hilo que nos une en tiempos de paz, en tiempos de ajetreo, en tiempos de cautela, y en tiempos de fiesta. En tiempos de navidad y celebraciones de año nuevo, espero que el café sea una bendición para todos los salvadoreños.

La Navidad es un día para conmemorar el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. María y José, Sus padres, solo pudieron ofrecerle un pesebre humilde para acogerlo. La Navidad es más que compartir regalos, o preparar una cena deliciosa, con pavo o tamales calientitos. En esta Navidad, como salvadoreños, ya sea que vivamos en El Salvador o fuera de nuestro terruño, les invito a que cada vez que se preparen o beban una taza de café, antes de dar el primer sorbo, puedan mirar con detenimiento su color marrón transparente. Que puedan observar el humo que emana de la taza, y por un momento podamos reflexionar, dar gracias a Dios por su misericordia y su bondad para con nosotros. Cada vez que bebamos café, que sea una ocasión para pedir a Dios por la paz ideológica en nuestro país. Una paz tan anhelada aún después de haber firmado los acuerdos de paz entre la derecha y la izquierda. La paz ideológica es la que hará de nuestro país un lugar viable para nuestras familias, para invertir y para crecer económicamente. Es tan crucial, no desaprovechar cada taza de café y pedirle a Dios por un El Salvador en paz, próspero y fraterno. De esto dependen muchas industrias, sectores económicos y empresas que desean crecer en el futuro.

Y tú, ¿quieres una taza de café para Navidad?…

CEO-Fundadora de

Eleonora Escalante Strategy

www.eleonoraescalantestrategy.wordpress.com