Parafraseando al gran Carl Sagan:
“La oscuridad nos intimida. Lo desconocido nos atribula. Pero cuando sales de la Tierra, en cualquier dirección, estás inmediatamente rodeado por tinieblas, solo marcada por pequeños puntitos de luz. Algunos piensan que es mejor no averiguar quién más vive en la oscuridad. Mejor no saber, dicen.
Hay 400 mil millones de estrellas en nuestra galaxia. De esta inmensa multitud, ¿podrá ser que nuestro sol es el único con un planeta habitado? Quizás. Quizás el surgimiento de la vida o la inteligencia es un evento extremadamente improbable. O quizás las civilizaciones surgen todo el tiempo, pero se autodestruyen tan pronto adquieren la capacidad. Quizás hay mundos donde otros seres miran hacia el cielo y se preguntan, como nosotros, quién más vive en la oscuridad”.
Esa inquietud colectiva nos impulsa a buscar. Uno de los esfuerzos es el programa SETI, que monitorea radioseñales artificiales en el espacio con la esperanza de encontrar una que sea transmitida por otra forma de vida. ¿Por qué señales de radio? Porque estas penetran las profundidades del universo. Además presupone que quien las envía sabe de física, radiotecnología y radioastronomía. Y como las leyes de la naturaleza son iguales en todos lados, la ciencia y matemática proveen un lenguaje común aún entre seres completamente distintos.
El fundador de SETI, el astrónomo Frank Drake, procuró estimar cuántas civilizaciones (N) podrían ser detectables en nuestra galaxia. Es una ecuación probabilística que toma en cuenta varios factores relevantes:
N = (R) x (fp) x (ne) x (fl) x (fi) x (fc) x (L)
El primer parámetro (R) representa la razón a la que se forman estrellas. Las estrellas surgen a partir de polvo espacial que, luego de millones de años y por fuerza de gravedad, se acumula en masa suficiente para iniciar fusión nuclear. Se estima que en nuestra galaxia, cada año, alrededor de 3 masas solares se convierten en estrellas.
El parámetro (fp) representa el porcentaje de esas estrellas que logran tener planetas. Algunas no acumulan todo el material circundante y de ese remanente se forman mundos. Estos pueden ser gigantes gaseosos o rocosos, y pueden estar muy lejos de su estrella (muy fríos) o muy cerca (muy calientes). Algunos pocos, sin embargo, tendrán la composición adecuada y la distancia correcta de su estrella, creando condiciones para sostener vida. Este es el parámetro (ne).
Que un planeta posea condiciones para sostener vida no significa que la tenga. Hay un proceso bioquímico complejo que debe suceder aún. Así que la fracción de esos planetas en los que ese proceso sucede es el parámetro (fl). Esa vida puede ser muy sencilla; simples bacterias o microbios. Pero de esos, habrá una fracción de planetas donde evolucionarán a vida inteligente, dado por el factor (fi). Para esa vida inteligente aún hay un paso adicional, que es la capacidad de crear tecnología. Así que el porcentaje de esos en donde, aparte de haber formado vida y vida inteligente, además se logra crear tecnología para comunicar señales, es el término (fc).
Hay tantas estrellas en la Vía Láctea que aún con valores conservadores para sus términos, la ecuación estima de miles a millones de civilizaciones. ¿Por qué no las hemos encontrado? ¿Dónde están? Una explicación es que no duran para siempre. Ya sea porque agotan sus recursos o se autodestruyen, eventualmente tienden a desaparecer. Así que es necesario agregar un parámetro a la ecuación. El último factor (L) representa la cantidad de tiempo que una civilización se mantiene detectable, después de desarrollar tecnología y antes de desaparecer.
Examinemos otra perspectiva. Nuestra galaxia tiene unos 12 mil millones de años de existir. Nuestro sol y nuestro planeta tienen 4.5 mil millones de años de edad. Pero es solo durante los últimos 70 años, o el 0.0000006 % del tiempo, que hemos transmitido señales detectables. La probabilidad es que si alguna civilización extraterrestre puso alguna vez sus telescopios o antenas en esta dirección, no vieron nada. Y si ahora, desde un planeta a 100 millones de años luz alguien esta viendo hacia aquí, no nos verá a nosotros. Estará viendo a los dinosaurios.
(Los valores de los factores en la ecuación de Drake están basados en estadísticas científicas. Para ver los detalles, visite el sitio web: http://52ecuaciones.xyz).
Ingeniero Aeroespacial salvadoreño,
radicado en Holanda.
cornejo@52ecuaciones.xyz