Ahora tratan mal a quien le dio millones a El Salvador

Todo eso fue sustituido por un plato de lentejas de ciento cincuenta millones que los chinos continentales le dieron al gobierno efemelenista tras romper con los chinos taiwaneses, a quienes llegaron a calificar como “bajeros” y otras groserías.

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19 December 2018

El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que en adelante los chinos taiwaneses dejarán de entrar fácilmente a El Salvador con la categoría A o exentos de visa y tendrán que tramitar la visa C o consultada, destinada a ciudadanos de países sin relaciones de ningún tipo con nosotros.

Esto parece como morder la mano que dio de comer, si tomamos en cuenta los millones de dólares que destinó la República de China en Taiwán por décadas a El Salvador y los aportes que hizo en la agricultura, la educación y la economía. Dirán que es cosa de tratados y protocolos, pero ni siquiera les dejaron otra categoría menos burocrática como una deferencia.

Durante la guerra, los embajadores en San Salvador fueron retirados por sus respectivos gobiernos y solo el de la República de China en Taiwán, el bien recordado Andrew J.P. Shen, decidió quedarse como signo de solidaridad con los salvadoreños.

Solo hay que recordar que en los últimos diez años los efemelenistas aprovecharon bien la ayuda de China Taiwán, repartiéndola en los festivales del “buen vivir”, a los cuales invitaban a los embajadores de aquel país.

Pero todo eso fue sustituido por un plato de lentejas de ciento cincuenta millones que los chinos continentales le dieron al gobierno efemelenista tras romper con los chinos taiwaneses, a quienes llegaron a calificar como “bajeros” y otras groserías.

Y es que los efemelenistas pensaron que iban a volver cargados de oro, como los conquistadores españoles al venir a América, cosa que no sucedió.

Literalmente con estos ires y venires el país corre el riesgo de quedarse sin el plato y sin la cena, pues los estadounidenses no están nada, nada contentos con el desaire a Taiwán, su isla-portaaviones frente a China.

Los efemelenistas pueden sentirse muy complacidos de alcanzar, al final de su gestión, la meta de establecer relaciones con sus primos ideológicos, pero deberían tomar las lecciones de pragmatismo y desarrollo que les dan los chinos continentales.

Aunque el partido ARENA ha ofrecido que reanudaría relaciones con Taiwán de volver al poder, el caso es que por ahora hay relaciones con Pekín, las cuales han comenzado lentamente.

Como se ha dicho, el país puede establecer lazos diplomáticos con los gobiernos que estime convenientes, sobre todo si ofrecen su amistad, respeto y amplias relaciones en todos los campos, pero en este caso fue la forma en que se hacen las cosas lo que se cuestiona, además de extraños proyectos y el expresado temor de los estadounidenses de que instalen bases militares en La Unión, algo que China y el gobierno salvadoreño han negado.

Recomponer a la Nación

comienza en las urnas

El gobierno está en las lonas fiscales, con un déficit de casi, por centavos, de mil millones de dólares, a pesar del despiadado saqueo fiscal y mientras sus allegados dicen que cinco mil dólares mensuales no les alcanzan.

¿Dónde van a parar los ingresos fiscales, los más altos en la reciente historia del país? Pues se ha visto que a los bolsillos de los corruptos. Y a esto se suma el problema de las pandillas, que han copiado las estructuras de la guerrilla, incluyendo la de matar al pupilo que se sale de la fila.

Recomponer una nación que en su camino ha ido bordeando estercoleros, caminando al borde del infierno, es lo que corresponde. Comencemos en las urnas.