¡Devuélvanle la tablet!

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19 December 2018

El domingo pasado se llevó a cabo el debate de los candidatos presidenciales organizado por la Universidad de El Salvador (UES), donde asistieron todos excepto el candidato de GANA, Nayib Bukele. Nuevamente fuimos testigos de los berrinches infantiles de este personaje; tiene lógica su declinación a participar en el debate organizado por la UES si hubiese asistido se enfrentaría en un entorno académico del cual posee nula experiencia.

La verborrea y monólogos a los que nos tiene acostumbrados en sus facebooklives, donde incluso lee lo que dice, está a años luz de distancia de un debate en el que se cuestionan sus propuestas, donde tiene que emplazar y replicar a los otros candidatos; sus misérrimos planteamientos populistas quedarían evidenciados ante la falta de profundidad y sustento de los mismos y donde se expondrían ante los cuestionamientos del, moderador y los otros candidatos.

Nayib Bukele desistió victimizándose nuevamente, alegando un “complot” entre el FMLN y ARENA, lo cual es un ingenuo planteamiento; sin embargo, si lo dicho por Bukele fuera cierto, estamos ante una persona de una cobardía de grandes dimensiones. Alguien que aspire liderar un país con una criminalidad desbordada, en la que tenemos 50 asesinatos cada cien mil habitantes, fuente de la PNC, se enfrentará con un pírrico crecimiento económico del 2.3 % de nuestro país, el cual nos coloca en último lugar en Centroamérica.

A esto le agregamos la descomunal crisis de salud pública donde escasean los medicamentos y el equipo básico para medicina general y ya no se diga las especialidades. Preguntémonos ¿podrá un timorato presidente paliar estos problemas? ¿La pusilanimidad de Nayib Bukele ayudará para mejorar nuestro país?

Inequívocamente un líder necesita el valor suficiente para enfrentarse a una maraña de problemas que surgen en todas las democracias del mundo, es imprescindible que posea el temple para conducir los hilos de una nación, en la que deben establecerse consensos con personas ideológicamente opuestas a nosotros, donde deben sellarse acuerdos que trasciendan las ideologías políticas y partidarias. No es loable que un candidato a la presidencia se enfoque en un discurso de constante victimización y se empecine en azuzar a las masas en contra del sistema democrático, el cual la inmensa mayoría lo desconoce ampliamente.

A estas deficiencias le agregamos lo que representa el partido GANA por el cual corre el asustadizo Nayib Bukele y nos quedamos perplejos. Recientemente se hizo una reforma a la Ley de Extinción de Dominio y la mayoría de diputados que votaron a favor de ella son investigados de supuesto enriquecimiento ilícito en la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). De los 44 legisladores que respaldaron las modificaciones a dicho cuerpo de ley, 37 tienen expedientes abiertos en Probidad. De los once que tiene el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), ocho son investigados.

Nayib Bukele dice que combatirá la corrupción; sin embargo, vemos que a los diputados de su partido no les interesa mucho y a Bukele estas acciones de sus “ejemplares diputados” en la Asamblea le son indiferentes… A todo esto no quiso exponerse Bukele, en el debate: a preguntas incómodas que difícilmente respondería sin ayuda de su iPad. Preocupa que un candidato a la Presidencia no pueda prescindir de un aparato electrónico para exponer sus ideas, y en las ocasiones que lo ha utilizado nos hace recordar a algunos alumnos de primaria que no estudian para su exposición y leen todo lo que dicen, realmente deficiente y vergonzoso.

Esperemos los próximos debates. Sería interesante ver a los cuatro candidatos escuchando sus propuestas “como adultos”. Por tal razón propongo que al candidato Bukele ¡le devuelvan su tablet!

Analista político y escritor

@LuisSaxum