¿Prevención de la violencia?: clave de la estrategia de seguridad

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19 December 2018

Existe la necesidad de promover medidas de combate al delito y la prevención, en sus distintos tipos y niveles.

Homicidios, comunidades controladas y anestesiadas y un gobierno que no ha sabido hacer frente a esta realidad. Se debe aceptar la ausencia del Estado, y el fallo de las políticas públicas. La inseguridad está lejos de resolverse. “El problema de la violencia se manifiesta y se ejerce en los territorios, en las comunidades, en los conglomerados humanos”. Debemos comenzar por el control de los territorios, incorporando a la población. Una política pública de seguridad supone que haya Estado en los territorios.

La manera tradicional: más leyes más dinero. Se repite que hay que aplicar Represión y Prevención, pero los factores sicosociales se desconocen. La prevención no está con las nuevas corrientes académicas. Lo que se llama programas de prevención no previenen casi nada.

El concepto de prevención a la antigua tomado por los cientistas sociales proviene de la medicina, y lo quieren aplicar al desarrollo humano. La prevención en la medicina es correcta; cuando nacemos nos ponen vacunas para prevenir varios tipos de enfermedades. Cuando hay epidemias de influenza se sale a vacunar; las fumigaciones al zancudo son correctas para prevenir las enfermedades, pero la prevención no aplica al desarrollo humano. Es imposible corregir con los modelos de prevención que están aplicando, no son alternativas al desarrollo humano y restaurar áreas. Políticos, despliegue de fuerzas, ministros, los medios, llegan con bombos y platillos a lanzar modelos de prevención y durante unos días las expectativas son buenas, pero luego regresamos a la realidad, queriendo hacer todo a la misma vez. ¡Imposible! No hay manera de debilitar la violencia con los programas que están aplicando porque no se entiende el concepto real de prevención, el cual es incremental, gradual y continuo y en función del desarrollo humano. Es construir una sociedad más integrada, de lo contrario el dinero se invierte y todo va a seguir tal como lo encontramos. El modelo actual de prevención no nos lo resolverá.

En los últimos 8 años se ha invertido más de 5 mil millones de dólares del Presupuesto General de la Nación, más los 400 millones de los otros impuestos, pero los indicadores se han agravado. Se llaman programas de prevención pero no previenen nada. Ya vemos cómo está el país. Es la inversión más ineficiente de la historia. Basta revisar los destinos dados al dinero, los lugares donde se ha invertido y al llegar nuevamente a ellos encontramos la misma historia con la que iniciamos.

Si vamos a Ciudad Delgado, Apopa, La Campanera, Distrito Italia, Soyapango, Ilopango, encontraremos personas que en algo han sido beneficiadas, ¿cómo se encuentra la comunidad? ¿Cómo encontramos la integración? Hay que introducir fuerzas de intervención social: para escuelas, salud, agua potable, luz eléctrica, marginalidad; la participación de los vecinos, que nos lleven a propiciar el deseo de mejorar con dignidad y la convicción de que sí se puede salir de la condición en que se encuentran y las instancias de prevención tienen que ir y estar en las comunidades, si no se está en el terreno se desconocen las necesidades.

Los municipios intervenidos tienen más de 42 meses con programas, con alguna presencia de la autoridad, con inyección de fondos, se remodelan espacios públicos, complejos deportivos, casas comunales, parques, se borran grafitis, pero pregunto: ¿Para qué? ¿Para qué una cancha si los jóvenes no la pueden usar porque hay pandilleros? Espacios públicos y parques, se restauran, se remodelan, se hacen casas comunales, que solo se usan para bodas, fiestas infantiles, prédicas religiosas, velaciones, pero no se tiene el concepto que una casa comunal debe ser un espacio de organización comunitario donde se reúnen los vecinos a discutir sus problemas y donde las unidades de intervención social tengan participación; que se realicen tutorías, refuerzo de las Paes, refuerzos en materias académicas y otros. Se han hecho huertos comunitarios pero las personas no viven de lo que ahí aprenden. Son más asistencialismos que soluciones al problema estructural. Son cultivos en escalas tan pequeñas que no funcionan en desarrollar o en restaurar las áreas, no hay crecimiento como comunidades. Hay que fortalecer lo que ya se tiene dentro de ellas, escuelas, unidades de salud, agencias del Gobierno, de lo contrario las condiciones sicosociales de los niños no cambian para que estos quieran ser pandilleros.

Tengo una enorme esperanza, pero tengo que decir que la prevención aplicada actualmente, es equivocada, la receta que aplican como prevención es muy poca. Es la inversión más ineficiente en la historia. Hay que reflexionar.

Diputado