En el Día de la Bondad...

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15 December 2018

Por estar cerca la Navidad en que todos pensamos qué obsequio le ofreceremos a las personas que estimamos, les guardamos cariño o amamos, viene bien pensar que el obsequio que entreguemos más valioso será en la medida de la “bondad” con que lo hagamos, a diferencia de los obsequios que hacemos solo por el compromiso de que en Navidad hay que ofrecer regalos para quedar bien…



¿Y qué es la bondad?... Bondad proviene del latín “bonitas” y es la cualidad humana de ser bueno, la inclinación natural hacia hacer el bien, o intencionadamente hacer buenas acciones… Ser bondadoso también es ser cortés y amable con las personas de nuestro entorno y con las muchas otras que no conocemos, pero que las asumimos como personas tal como nosotros y que a ellas también les satisface sentir la bondad de otros… Ser bondadoso es más ser bueno y hacer cosas buenas por la gente que uno no conoce, que la obligación que se siente de ser bueno, con la gente de nuestro entorno.



¿Sabe que el 13 de diciembre fue es el “Día Mundial de la Bondad”, un movimiento que nació en Tokio en 1997, promovido por el médico Japonés Watura Mori? Ellos piensan que tendríamos un mundo mejor si la gente entendiera la importancia de la bondad y se localizara en aplicarla espontáneamente todos los días, porque la gente bondadosa es afable, amable, cordial, atenta, cariñosa e instintivamente se orienta hacia el bien y la consideración del otro como persona, tan humana como él, sin distinción de raza, religión, costumbres, cultura o color de la piel, es decir, la gente bondadosa también es respetuosa con cada uno, tal como es.



Cada año más países lo celebran, por ejemplo Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Francia, Australia, Japón, Brasil , México, India… Aquí revisé los medios de comunicación y no vi nada al respecto.



¿Y cuán bondadosos somos en El Salvador? Por los titulares que leemos y escuchamos y cosas que vemos y sentimos a nuestro alrededor, como que tenemos mucho que aprender y aplicar. Incluso de la misma definición, pues a varios con quienes hablé, me respondieron, que se bondadoso es no ser malo.



Y precisamente el Día de la Bondad, justo antes de escribir este artículo, al cruzar una calle en Santa Elena, porque el semáforo lo permitía, gracias a que por el instinto de protección miré hacia la derecha y detenerme, no fui atropellado por un individuo que en su carro, en lugar de “bondadosamente” frenar, aceleró, irrespetando mi derecho a cruzar por el paso peatonal.



¿Es bondadoso este señor? Por lo menos cuando maneja, no… En lugar de una actitud segura y frenar para ceder el paso, aceleró… ¿y por qué esta pésima conducta vial?... Una, la falta de bondad, y otra, prepotencia que la gente siente cuando maneja…



¿Y por qué hay tan poca bondad aquí? Quizás, porque no andamos pensando en hacer el bien, sino en cómo sobrevivir los desmanes del entorno, que observándolo, por doquier se siente la falta de la bondad.



En lo político es donde peores ejemplo encontramos, también en la violencia cotidiana e incluso en la intrafamiliar, pero principalmente, en la agresividad urbana…



Pues ahora que se acerca la Navidad, seguro que a todos nos vendría bien reflexionar sobre qué tan bondadosos somos y cuán bondadosos, si nos lo proponemos podemos ser, para ir poco a poco cambiando este nuestro querido país.



Seamos y mostrémonos bondadosos, y si otros no lo hacen, no importa, sigámoslo haciendo.



Ingeniero

pedroroque@metodopr.com